Vázquez y la prensa
No fuimos a Buenos Aires a vender versos", dijo Tabaré Vázquez, alterado por el escepticismo generalizado que despertaron las palabras que pronunció ante la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya. Su enojo se extendió a los medios de difusión que dejaron en evidencia su escasa credibilidad y afirmó: "Los medios de comunicación ya no son fiscales del poder, ni víctimas del poder, ni el cuarto poder, ni un poder de cuarta..."
Se podría decir: "Allá él con sus enojos". Pero el caso es que agregó otros conceptos que no pueden ser pasados por alto.
Aparentemente seguro de su triunfo electoral, agregó que la izquierda habilitará "el pluralismo informativo" y que la población tendrá "el derecho de recibir información sobre bases de idoneidad profesional y compromiso ciudadano".
Da la impresión que no le conforma la libertad de prensa existente en el Uruguay de hoy, que no le conforma que haya la más amplia gama de tendencias políticas en materia de diarios, semanarios, radios y televisión. Quiere otra cosa. ¿Qué quiere?
Quiere que se publique, que se difunda, "su" verdad, que se haga una versión homogeneizada de los hechos, porque según él su palabra es distorsionada. Reclama "que ésta no se deforme y que se respete la información lo más objetivamente posible y que no se nos hagan pequeñas chicanas".
¿Apunta hacia un sistema informativo que sólo funciona en los sistemas totalitarios? ¿Un sistema que uniformice la forma de ver las cosas, que no abra la posibilidad de otros enfoques que los que alguien, muy probablemente el que tenga las riendas del poder, considere que son la verdad verdadera? Otros puntos de vista, en esos sistemas, son simplemente declarados enemigos.
No podemos recurrir a otro ejemplo frente a las palabras del doctor Vázquez. En primer lugar, porque evidentemente no está conforme con la libertad informativa del Uruguay de hoy. Quiere modificarla y sus ideas son restrictivas.
Hoy importa exponer esta realidad. Hoy importa quedar en estado de alerta, seamos del partido político que seamos.
El Pais Digital.
Se podría decir: "Allá él con sus enojos". Pero el caso es que agregó otros conceptos que no pueden ser pasados por alto.
Aparentemente seguro de su triunfo electoral, agregó que la izquierda habilitará "el pluralismo informativo" y que la población tendrá "el derecho de recibir información sobre bases de idoneidad profesional y compromiso ciudadano".
Da la impresión que no le conforma la libertad de prensa existente en el Uruguay de hoy, que no le conforma que haya la más amplia gama de tendencias políticas en materia de diarios, semanarios, radios y televisión. Quiere otra cosa. ¿Qué quiere?
Quiere que se publique, que se difunda, "su" verdad, que se haga una versión homogeneizada de los hechos, porque según él su palabra es distorsionada. Reclama "que ésta no se deforme y que se respete la información lo más objetivamente posible y que no se nos hagan pequeñas chicanas".
¿Apunta hacia un sistema informativo que sólo funciona en los sistemas totalitarios? ¿Un sistema que uniformice la forma de ver las cosas, que no abra la posibilidad de otros enfoques que los que alguien, muy probablemente el que tenga las riendas del poder, considere que son la verdad verdadera? Otros puntos de vista, en esos sistemas, son simplemente declarados enemigos.
No podemos recurrir a otro ejemplo frente a las palabras del doctor Vázquez. En primer lugar, porque evidentemente no está conforme con la libertad informativa del Uruguay de hoy. Quiere modificarla y sus ideas son restrictivas.
Hoy importa exponer esta realidad. Hoy importa quedar en estado de alerta, seamos del partido político que seamos.
El Pais Digital.
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Carlos -